Viajar con nuestras mascotas alrededor del mundo se está convirtiendo en algo cada vez más común, pero eso es más fácil ver peludos en coches, trenes e incluso aviones. Sin embargo, este último medio de transporte todavía parece ser el menos preferido por los españoles, ya que muchos dueños de perros o gatos temen sobre el posible papeleo que realizar con las compañías aéreas y sobre cómo viajarán sus 'hijos peludos'.
Por suerte, cada vez son más las aerolíneas que admiten mascotas a bordo (aunque todavía muy limitado a perros y gatos, mayoritariamente) y que intentan que, allá donde vayamos, podamos hacerlo en compañía de nuestros perretes y mininos. Por ejemplo, Iberia, British Airways, AirEuropao Vueling, son algunas de las compañías que aceptan animales en cabina y en bodega.
Cómo llevar gatos y perros en cabina
La mayoría de compañías aéreas permiten volar junto a perros, gatos, algunas aves y tortugas, mientras que otros animales como roedores (ratones, conejos) o mustélidos (hurones) no están permitidos y tienen que ser transportados por otras compañías dedicadas al transporte de cargas. Pero, aunque aceptan mascotas a bordo, cada compañía tiene unos requisitos (muy parecidos entre sí) y unas tarifas diferentes para llevarlo a cabo.
Uno de los requisitos que tienen en común la mayoría de aerolíneas es que, si quieres que tu mascota vaya contigo en cabina, debe ir en un transportín que no supere los 45 centímetros de largo, los 35 de ancho y los 25 de alto, ya que debe ir colocado debajo del asiento delantero, como las maletas de mano. De igual manera, el recipiente debe ser consistente, estar ventilado, contar con un fondo impermeable y tiene que ser seguro.
El peso máximo del animal deberá ser de ocho kilos, estando generalmente permitido que vayan dos animales en el mismo transportín, siempre y cuando no superen esa cifra entre los dos.
Para vuelos nacionales, el coste de llevar a tu mascota en cabina está en unos 40 euros, según con qué compañía vueles, mientras que Canarias y otros países de Europa subiría a los 50; y, en el caso de América y Asia, hablaríamos de cifras que rondan los 150 euros.
Cómo van los animales en bodega
En aquellos casos en los que nuestros peludos no pueden ir con nosotros en cabina porque no cumplimos los requisitos para ello, seguimos teniendo la opción de trasladarlos en la bodega del avión. Gran parte de las aerolíneas permiten transportar perros y gatos (excepto razas braquicéfalas) en esta parte del avión, aunque siguen pidiendo a los dueños una serie de requisitos por la seguridad de las mascotas.
Principalmente, piden que el transportín cumpla con la reglamentación internacional, en la que se especifica que el recipiente sea de un material resistente, seguro y con un cierre que ofrezca garantías de que no se abrirá en ningún momento.
También debe ser cómodo para el tamaño del animal, es decir, debe permitirle estar de pie en una postura natural, que sea capaz de darse la vuelta y de acostarse. Además, debe contar con una ventilación adecuada y un fondo impermeable con un material almohadillado o una capa aislante que evite el contacto directo de su base con el suelo del avión. En cuanto al peso, el máximo permitido suele estar en torno a los 45 kilos, sumando la mascota y el transportín, pero puede variar un poco entre compañía aéreas.
El precio de viajar con nuestros perros y gatos en la bodega es de unos 80 euros para vuelos nacionales, 120 si viajas a Canarias o algún otro país europeo, y asciende a los 300 si se trata de un viaje de larga distancia a América o Asia.
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